Javier Grbec, delantero de área, que tuvo dos etapas como jugador en el Deportivo Morón, entre la primera y segunda etapa jugo 35 partidos, marcando 7 goles, algunos importantes, exploto en Brown de Adrogue, donde salió goleador del torneo de la Primera B del 2011, con 20 goles. Actualmente firmo con Temperley pero no descarta que en algún momento, ya más grande y con más experiencia, ponerse la camiseta del Deportivo Morón nuevamente.
¿Cómo fueron tus inicios futbolísticos?
Arranque a los 6 años a jugar al baby en El Porvenir de Castelar y luego a los 9 en cancha de 11, en las infantiles de Ferro, que en esa época estaba en primera, llegue hasta pre novena. Me fui a Boca e hice novena ahí. Luego quede libre y me fui a Argentinos Juniors, hice octava y gran parte de séptima, como no estaba jugando, decidí irme, me probé en varios clubes, entre ellos Almirante, y por distintas razones no quede. Entonces un amigo que había quedado libre de AAAJ me llamo y me dijo que se había ido a Liniers, que estaba en la C, fui y quede de una. Ese año salí campeón y goleador en la sexta, y al año siguiente, con 17 años, debute en primera.
¿De qué manera se dio tu llegada a Morón?
Estuve un año y Liniers descendió. Entonces como ya había arrancado la universidad, estaba por dejar el fútbol, y mediante un conocido, tuve una reunión con Raúl Pérez que manejaba las inferiores de Morón. Yo tenía edad de quinta y arranque a entrenar con la cuarta, al mes de que arranque, Óscar Ruiz me dijo que querían que me quede. En enero siguiente me llamaron y me dijeron que tenía que presentarme a entrenar en el estadio junto a un selectivo, Ya que Giunta volvía de La Rioja con el plantel profesional, y de esos 15 jugadores del selectivo, Blas me dejo a mí y a uno más, Ese año con Blas y después Pizzo, no pude jugar porque Liniers no me daba el pase. Se solucionó al año siguiente y pude debutar con el Gato Daniele.
En Morón hiciste muchos goles importantes.
Si, uno a Almirante, que lo dejamos afuera, a Central Córdoba en el reducido del 2006 y también en el 2007. Para mi era un sueño estar ahí, compartir cosas con esos jugadores, Damián, Quique, Ceferino, Dani Chaves, Checho Luque, Riqui González, grandes personas y amigos, me hicieron madurar mucho y aprender rápido.
¿Qué nos podes contar del fatídico día en Florencio Varela?
Fue un dolor inmenso, a mis 20 años hubiese tocado el cielo, con ese partido sentamos precedente, de ahí en más en los partidos definitorios se empezó a meter la gente. Nosotros por consejo del árbitro los fuimos a bajar. Yo jugué de entrada y sentía que no estaba haciendo un mal partido, pero el Gato me saco en el ET y lo puso a Adrián Guillermo.
¿Hubo algún culpable?
No siento que haya un culpable, Miralles patea 100 veces más y no mete ni 10.
¿Cómo estuvo ese vestuario luego del partido?
Durísimo, yo lloraba y no entendía nada, veía a jugadores grandes llorar y me ponía peor, porque muchos sabían que ya no tendrían esa oportunidad.
Te quedaste un año más en el club, vino otro golpe, vs Español.
Si, ese fue peor, porque estuvimos más de 3 horas para salir del vestuario y temí por mi familia. Encima me habían robado el celular y la billetera, no tenía forma de comunicarme con ellos.
¿Cómo se puede seguir después de eso?
Y, fue muy duro, por las tristezas y porque nos mandaron a jugar sin gente a Gerli. Tristísimo.
¿Luego te fuiste para Eslovenia?
Me fui a Eslovenia luego de ese reducido con Estudiantes. Formo parte de la colectividad Eslovena aquí en el país, un empresario me dijo que un club de la primera de allá estaba buscando un 9, me interesaba, y acepte, se generó el contacto y allá fui. Firme por 3 años, pero cuando cumplí el segundo, la deuda que mantenían conmigo era grande y decidí volverme, estuve dos años allá y volví a Morón, donde estaba el Tano Stagliano. Al volver, me contacte con gente de Morón que me abrieron nuevamente las puertas del club.
¿Cómo fueron eso 6 meses?
Esos 6 meses fueron los más duros de mi carrera, el DT de ese momento tenía una forma de manejarse tan violenta que excede cualquier límite del respeto, cordialidad y relación normal técnico-jugador. En Diciembre de ese año, luego de que el equipo no fuera bien y tras una discusión entre el DT y el presidente, yo caí en la volteada de jugadores a irse por estar identificado con el club, tener buena relación con los dirigentes y porque el DT quería traer sus jugadores. Pese a que el presidente me manifestó que no estaba de acuerdo con que me fuera, rescindimos y decidí partir. Después de lo que viví ahí, no tenía muchas ganas de seguir jugando, pero apareció la posibilidad de ir a Brown, club que no conocía y decidí partir.
Llegaste a Brown de Adrogue. En lo personal te fue excelente.
Me encontré con un club totalmente diferente a Morón de ese entonces, Ordenado, cumplidor, respetuoso y con gente que siempre apoyaba, todo eso influyó para que yo me sintiera bien y pudiera demostrar lo que soy, por suerte el equipo acompaño, hicimos una campaña histórica para el club y yo salí goleador del torneo, Luego de eso, Caruso me lleva a Quilmes que se estaba armando para volver a primera, meta que se cumplió. Luego del ascenso, me fui a Chile, donde estuve un año y medio y me fue bien.
¿Dónde estuviste ultimamente?
Estos últimos 6 meses estuve en Ecuador y la experiencia no fue buena, no me sentí cómodo y no pude adaptarme bien. Y en esta temporada firme con Temperley en el Nacional B.
¿Pansas volver algún día a jugar en Morón?
Ojalá algún día pueda volver a Morón, sería volver a cumplir otro sueño, siempre he estado ligado al club y junto a mi familia lo hemos seguido en cada partido, varias veces fui a ver partidos cuando estuve de vacaciones por acá, sufrí bastante esta última temporada, pero presentía que iba a terminar bien, hay mucha presión en Morón y no siempre el equipo acompaña y este año se hizo una buena campaña, hacía rato que Morón no sumaba así, pero los mataron por culpa de años anteriores.
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